Si la vida va pasando y nos brinda , a veces,verdaderas oportunidades , de no dejarlas escapar, pooorr nada del muunnddoooo,.....que nos pueden ser, inmensamente vitales y fructíferas,.....y que cuando,no las aprovechamos,muchas de ellas,ya no se nos brindan jamas,..... tengo muchas perdidas,pero,me llegan otras.
Espero SUBIRME EN EL ANDEN DE LLEGADA.(Hay que saber subir al tren de la vida...Que sepamos verlo llegar y no lo perdamos...pues quizás,ese tren,tarde mucho en volver a nuestra estación,o lo que es muchísimo peor.............que quizás no vuelva JAMAS.)
Perdí por unos segundos
ese maldito tren de la vida
que tantas veces he esperado
en el anden de salida.
Y se fue sin esperarme,
confundiendo a mi mente dolorida
soñando en sueños de trenes
y en viajes,sin salidas.
confundiendo a mi mente dolorida
soñando en sueños de trenes
y en viajes,sin salidas.
Y me siento solo,
en el anden frío,
sin sonidos de trenes
y sin suspiros.
en el anden frío,
sin sonidos de trenes
y sin suspiros.
Chisporrotea la lluvia,
en el anden vacío
y sigo soñando con trenes
ya,sin destino.
en el anden vacío
y sigo soñando con trenes
ya,sin destino.
Solo,regreso por el anden,sin vida,
con el sonido,ya lejano,
de ese tren maldito
y en la pasión rota del tren ya perdido.
con el sonido,ya lejano,
de ese tren maldito
y en la pasión rota del tren ya perdido.
Extraído de:
A veces las oportunidades perdidas no son sino el momento propicio para encontrar oportunidades inesperadas, inexploradas, y que se cruzan en tu camino para cambiarte la vida…
Cuando deseamos o esperamos algo con mucha fuerza y durante mucho tiempo, parece que el tiempo no corre, que la paciencia se agota y que las dudas nos asaltan… esperamos la mínima oportunidad de hacernos con el objeto deseado aún a riesgo de perder la jugada, pero es que quien no arriesga, no gana…
Hay quien pierde oportunidades por no arriesgar, y permanecer en la retaguardia, hay quien las pierde por arriesgar demasiado, rozando la temeridad, hay quien las pierde simplemente porque no era su destino y la pérdida le hace más bien que mal, hay quien simplemente las deja pasar como mero espectador hasta que la ve desaparecer en el horizonte y no es hasta tiempo después cuando se da cuenta que la oportunidad se esfumó y ya no vuelve…
La perspectiva del tiempo nos permite ver y ser conscientes de lo que perdemos, pero también de lo que ganamos…
Siempre me ha gustado pensar que la vida está llena de oportunidades y que solo tenemos que aprender a identificarlas... No siempre las que más deseamos son las que más nos convienen, y no siempre las que más nos atraen son las mejores…
Yo arriesgué, y perdí, y no luché demasiado, asimilé mi derrota como algo natural, cosas de la vida, pero en mi lamento y mi pesar apareció mi oportunidad inesperada, inexplorada, que se cruzó en mi camino y ME CAMBIÓ LA VIDA…
Y ahora sí, esto no lo cambio por nada…
“No llores porque no puedes ver el sol,
porque las lágrimas no te dejarán
ver las estrellas”
EXTRAÍDO DE:
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