martes, 29 de enero de 2008

La bondad de Dios



Un capellán, cuentan, se aproximó a un herido en medio del fragor de la batalla y le preguntó:
-¿Quieres que te lea la Biblia?
- Primero dame agua que tengo sed, dijo el herido.

El capellán le convidó el último trago de su cantimplora, aunque sabía que no había más agua en kilómetros a la redonda.
- ¿Ahora?, preguntó de nuevo.
- Primero dame de comer, suplicó el herido.
El capellán le dio el último mendrugo de pan queatesoraba en su mochila.
- Tengo frío, fue el siguiente clamor, y el hombre de Dios se despojó de su abrigo de campaña pese al frío que calaba y cubrió al lesionado.
- Ahora sí, le dijo al capellán. Habla de ese Dios que te hizo darme tu última agua, tu último mendrugo, y tu único abrigo. Quiero conocerlo en su bondad.


"Las acciones hablan mas fuerte que las palabras"

No hay comentarios:

Los amigos son como las estrellas, no siempre los vemos pero sabemos que siempre estan ahi .